África

El hombre viejo ha realizado dos clases de viajes a lo largo de su vida: los, digamos, físicos, recorriendo remotos lugares para conocer a otras personas y respirar y sentir el paisaje que las ha ido forjado; y los virtuales, realizados a través del cine, de la música, de la literatura… Ha conocido infinidad de lugares, pero nunca ha visitado físicamente África. Esta posibilidad ha sido postergada durante años, como se posterga el mejor plato de un íntimo banquete. Cuántas veces su imaginación ha anticipado con placer la primera visita a esa tierra; a ese estado de ánimo, al que reconoce haber idealizado otorgándole un aura de intensidad elemental, de belleza neta, de aventura y de invencible fuerza telúrica. Y por fin, hoy, su avión está aterrizando en Nairobi. El corazón se le acelera, y cree percibir ya, la fragancia de la sabana en el atardecer, la totémica silueta del elefante, el sonido de un tambor en lo oscuro… y el hombre viejo desciende a tierra con la emoción que solo sienten los que regresan; los que vuelven a la infancia, a su casa, al punto de partida.

Ilustración de Maëla San Martín

3 thoughts on “África

  1. Que chulo Andriu! Yo tamb tengo a Africa en el punto de mira del camino, y leer a este personaje y a su sentimiento de iniciar ese viaje, sus emociones y la energia que le fluye, pues da impulso y ganas…
    Vamos…Baraka!!

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  2. …la emoción de volver, al principio, al punto de partida. Me gusta los mini relatos cortos con esos finales abiertos, e inconclusos. Te hacen pensar.

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